Helecho macho
 / Jose F Sánchez Díaz

Monumento Natural Puertos de Marabio

El modelado kárstico de esta zona origina un paisaje de notable belleza.

Tipo de mapa

Municipios

Teverga, Proaza y Yernes y Tameza

El Monumento Natural de los Puertos de Marabio constituye un complejo kárstico de notable entidad, situado a caballo entre los concejos de Yernes y Tameza, Teverga y Proaza

El Monumento está delimitado por el Pico Caldoveiro al Norte, la sierra de Peña Padiella al Este, la divisoria de aguas del río Santibáñez al Sur y la Sierra de la Granda al Oeste. Se encuentra incluido parcialmente en el Parque Natural de Las Ubiñas-la Mesa.  

El sistema kárstico de los Puertos de Marabio se caracteriza por una serie de dolinas y valles ciegos de corto recorrido que drenan las aguas de escorrentía hacia sumideros conectados con las oquedades desarrolladas en profundidad. Este es el caso de pequeños regueros como los de Vega Prao, Vega Muria y Las Llongas, que conducen las aguas hacia el área receptora de Piedrallonga.

Existen en la zona multitud de cavidades subterráneas, en muchas ocasiones conectadas entre ellas, que llegan a formar complejos entramados kársticos. Así ocurre en el sistema de Vegalonga, que presenta una red interior próxima a los 6.000 m de desarrollo, o en otros de menor entidad: el Sumidorio del Fondadal, de 150 m de profundidad; la Cueva del Vistulaz, de 3.000 m de desarrollo; o el Pozo del Agua, por el que se precipita en cascada un pequeño arroyo. Otras veces se producen acumulaciones de agua en superficie que dan lugar a bellas lagunas como la de Barrera, la de Vega Castro, la de Foslayegua o la de Tambaisna. En ocasiones, rellenando las fracturas del roquedo calizo, aparecen pequeños yacimientos de fluorita, que se aprovecharon de forma dispersa y con escasa intensidad hasta los años setenta, principalmente en las laderas del Caldoveiro, donde pueden verse aún algunas de las catas de la explotación.

El proceso de disolución del carbonato de las rocas calizas origina un conjunto de arcillas que generan suelos de gran fertilidad. Por esta razón la mayor parte de los puertos aparece ocupada por pastizales y praderas sometidos a un intenso aprovechamiento por el ganado vacuno. Debido a la progresiva reducción de la actividad ganadera, patente en este entorno hoy en día por el gran número de cabañas abandonadas, los brezales-tojales están recuperando terreno en el ámbito del Monumento. Este es el primer paso de su evolución hacia bosques naturales. 

Diseminadas entre las praderas aparecen además pequeñas pero numerosas matas de acebo, espino albar y endrino, que fueron conservadas por los pastores por su interés como lugar de refugio del ganado frente a la lluvia o los calores del verano. En las cercanías de las cabañas es también frecuente la existencia de ejemplares aislados de fresno, cuya madera es aún utilizada para la fabricación de los mangos de las herramientas agrícolas y cuyo follaje sirve incluso para la alimentación del ganado cuando escasea el pasto. Otra especie relevante es el tejo, del que existen ejemplares diseminados por todo el territorio.

Entre la Sierra de la Llomba y El Caldoveiro aparecen bosques de carbayo, mientras que en las laderas que vierten al río Teverga crecen bosques de roble albar. En el monumento se localizan varias especies del Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Flora, como el narciso de Asturias y la centaura de Somiedo, endemismo asturiano de gran interés botánico.

Respecto a la fauna cabe citar la presencia esporádica del oso pardo, que aparece de forma ocasional procedente de los núcleos poblacionales próximos. Las numerosas cavidades de la zona favorecen la existencia de refugios adecuados para varias especies de quirópteros, como el murciélago de cueva, incluido en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada de Asturias, el murciélago grande de herradura, el murciélago pequeño de herradura y el murciélago mediterráneo de herradura.

Entre las aves destacan los paseriformes de montaña, como el treparriscos o el roquero rojo, y las grandes rapaces como el águila real, el alimoche y el buitre leonado, que utilizan esta zona como área de campeo.

El sendero de pequeño recorrido PR-AS 72, Puertos de Marabio, de unas tres horas de duración, permite explorar la mayor parte de este Monumento Natural

Desde la perspectiva cultural, por los puertos de Marabio cruzaba un antiguo camino real, utilizado como ruta en las peregrinaciones jacobeas, el camín francés, que partiendo de Oviedo ascendía a los puertos desde Sograndio para enlazar luego con la calzada romana de la Mesa y cruzar la cordillera por el puerto del mismo nombre, en Somiedo.

No olvides que te encuentras en un espacio natural protegido y que tu comportamiento puede afectar a su conservación, ten especial cuidado en no alterar el entorno ni molestar a la fauna.

Debes respetar la normativa existente, puedes consultar en este enlace el instrumento de gestión completo que abarca el ámbito del Monumento Natural.

Además te recordamos que el Monumento alberga especies y hábitats catalogados que cuentan con su propia normativa y que debes respetar.

Para hacer tu visita más sostenible sigue nuestro código de buenas prácticas.

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