Liberación de un ejemplar de alimoche radiomarcado

Efectivos de la Dirección General del Medio Natural, liberan un ejemplar de alimoche que fue rescatado el 31 de Agosto del 2019 por la Guardería del Medio Natural en las inmediaciones de Meré (Llanes) y trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Principado de Asturias (CRFS) con un traumatismo en un ala.

El alimoche (Neophron percnopterus) es un ave carroñera de tamaño mediano, se característica por el plumaje blanco y negro y la cara amarilla de los individuos adultos; mientras que los pollos y juveniles presentan distintos tonos de plumaje pardo. Su periodo de cría se da entre marzo y Agosto, poniendo generalmente un único huevo. Esta especie se encuentra incluida en el Libro Rojo de las aves de España en la categoría de “En peligro”.

El ejemplar, recibió en el CRFS atención veterinaria para el traumatismo que presentaba en el ala derecha, una luxación en la articulación húmero-cubital. Las lesiones articulares requieren generalmente una recuperación lenta para adquirir de nuevo una funcionalidad correcta de la extremidad, existiendo riesgo de que permanezcan limitaciones de movimiento residuales que impidan su reingreso en el medio natural. Afortunadamente no fue así.

El pollo de alimoche tuvo que permanecer durante todo el invierno en cautividad, pues no había tiempo material para que se recuperase y migrase durante el mes de Septiembre con sus progenitores hacia sus zonas de invernada en África, fechas habituales de partida desde tierras asturianas. Sólo quedaba continuar la rehabilitación en el centro y liberarlo cuando sus congéneres volvieran la primavera siguiente.

Una vez llegada la primavera y tras el largo proceso de recuperación en que el ejemplar recuperó una movilidad y funcionalidad correctas, permitiéndole realizar correctamente vuelo batido en voladero, sólo quedaba esperar el momento más adecuado para su reintroducción al medio. Este momento llegaría cuando las condiciones meteorológicas fueran favorables para que existieran corrientes térmicas que permiten a estas aves planear.

En su reintroducción al medio, el alimoche lleva consigo un emisor GPS con el objetivo de hacer un seguimiento continuo de su evolución, incluyéndolo como un componente más en la Red Centinela de Vigilancia contra el Veneno desarrollada por el Gobierno del Principado de Asturias, que cuenta ya con más de 30 ejemplares de distintas especies radiomarcados.

Ahora sólo queda desear suerte a este joven ejemplar de alimoche para que sea capaz por si mismo de salir adelante y pueda recorrer tanto las montañas cantábricas como el continente africano.

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