Tipo de mapa

Reserva de la Biosfera Muniellos

Año designación
2000
Municipios
Cangas del Narcea, Degaña e Ibias
Superficie
55.657 ha
En su origen la Reserva de la Biosfera de Muniellos fue declarada por el Consejo Internacional de Coordinación en noviembre del año 2000 e incluía la Reserva Natural Integral de Muniellos y las localidades de La Viliella y Valdebois, así como las áreas de cultivo en torno a éstas. En el año 2003 a propuesta del Gobierno del Principado se aprobó su ampliación a la totalidad del territorio designado como Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias

Se sitúa en el extremo suroccidental de Asturias, comprendiendo parte de los concejos de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias. Está vertebrada por los ríos Narcea e Ibias y sus afluentes Tablizas, Naviego y Coto, que nacen sobre los cordales que separan los concejos de Ibias y Cangas del Narcea. Dentro de este paisaje montañoso se halla el mayor robledal de la península y uno de los mejores conservados de Europa, el bosque de Muniellos

Este territorio cuenta con relieves y paisajes muy variados, configurándolo como uno de los espacios más representativos de la provincia biogeográfica orocantábrica, tanto en hábitats como en ecosistemas y especies.

Patrimonio natural 

Geológicamente, la Reserva se encuadra en la zona asturoccidental-leonesa, un territorio marcadamente uniforme desde el punto de vista litológico, con presencia casi exclusiva de rocas silíceas de edad paleozoica. Estos sustratos han sufrido a lo largo de su historia geológica diferentes procesos, como deformaciones tectónicas y procesos geomorfológicos relacionados con el clima, dando lugar al relieve abrupto que hoy puede contemplarse. Como ejemplo del modelado glaciar, en las áreas de mayor altitud cuenta con la presencia de pequeñas cubetas de excavación que albergan lagunas de montaña o turberas, como es el caso de la Reserva Natural Parcial del Cueto de Arbás.

La vegetación aparece condicionada por dos factores principales: elevado rango de altitudes y pobreza de los suelos, derivada del carácter silíceo de la roca madre. Asimismo, se caracteriza por su buen estado de conservación y elevado grado de naturalidad. 
La mayor parte del territorio está cubierto por bosques maduros, siendo los que ocupan mayor extensión los robledales de roble albar (Quercus petraea), seguidos por los hayedos oligótrofos. Ambos tipos de bosque tienden a ocupar áreas de alta pluviosidad, el primero en exposiciones de solana, y el segundo en exposiciones de umbría, donde la menor insolación favorece una mayor humedad ambiental. En las áreas de mayor altitud, se desarrollan formaciones de abedular o arbustivas de roble orocantábrico. Existen grandes superficies ocupadas por matorrales, bien de piorno o brezo‑tojo, en función de la riqueza del suelo. 
Destacan comunidades vegetales de elevado interés ecológico, como las asociadas a las lagunas, turberas o roquedo, entre las que sobresale el ranúnculo de Muniellos (Ranunculus parnassifolius subsp. muniellensis), solo presente en algunos de los roquedos de la Reserva Natural Integral de Muniellos, así como la gran diversidad de líquenes y musgos, con especies propias de zonas circumpolares y alpinas. 

En cuanto a la fauna, más de 150 especies de vertebrados habitan este territorio, albergando emblemas de la fauna cantábrica, como el oso pardo (Ursus arctos), el urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus), la liebre de piornal(Lepus castroviejoi), el lobo (Canis lupus), amén de más de 100 especies de aves donde destacan los pájaros carpinteros y la perdiz pardilla (Perdix perdix). Junto a estas especies, en las charcas y turberas habita la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica). 

Patrimonio cultural y paisaje

En el territorio incluido en la Reserva son numerosas las evidencias de actividad humana en la época romana, tanto en lo que se refiere a restos de explotaciones auríferas como a asentamientos castreños vinculados a éstas. 

Existe un patrimonio cultural cuyo principal interés reside en su rica etnografía. La conservación de sus tradiciones ha venido determinada en gran medida por la incomunicación padecida durante siglos. 

La vivienda original de la zona conservó hasta hoy gran similitud tipológica con la edificación castreña. Es de planta circular, de suelo de tierra apisonado, muros de mampostería seca de materiales pizarrosos y cuarcíticos, y cubierta de paja de centeno, por lo que se la denomina palloza
Otros elementos arquitectónicamente singulares de la zona son los cortinos, construcciones de planta circular, con muros de mampostería seca de dos metros de altura sin cubierta, cuyo destino era la protección de las colmenas frente a los ataques del oso. En su interior, generalmente en terrazas que se adaptaban a la topografía del terreno, se disponían las colmenas, trobos, construidas con troncos de castaño ahuecados o cortezas de alcornoque. En el ámbito de la Reserva persisten multitud de estas estructuras que se hacen especialmente abundantes en el concejo de Ibias. 
Los talameiros, menos frecuentes, tenían la misma función y consistían en construcciones ortogonales macizas y de más de dos metros de altura sobre las que se disponían las colmenas. 
Las corripas eran pequeños corros de piedra donde se almacenaban los erizos de las castañas. 

A Terra dos cunqueiros 
Los pueblos de Tablado, Sisterna y el Bao, en el área ibense integrada de la Reserva, componen la denominada A Terra dos Cunqueiros. Los varones de esas localidades se empleaban en la fabricación de vajillas de madera mediante un primitivo torno de pedal y herramientas de corte manuales. Durante el invierno, de menor actividad agraria, cuadrillas de cunqueiros se desplazaban a Castilla, Extremadura e incluso Andalucía fabricando y vendiendo primitivas cuncas, escudillas de madera. Los cunqueiros desarrollaron una jerga gremial propia, el tixileiro, hoy casi olvidada. En la localidad de Sisterna existe un museo de iniciativa privada en el que se exponen muchos de los productos y herramientas profesionales del gremio. 

Socioeconomía 

La población es escasa, apenas seis mil habitantes que se concentran en cuatro localidades principales: Rengos, a orillas del río Narcea, en el concejo de Cangas; Degaña y Cerredo, a orillas del río Ibias, en el concejo de Degaña; y Sisterna y Luiña, en un área montañosa cercana al Puerto de la Campa de Tormaleo, en el concejo de Ibias. 

En todos los casos se trata de núcleos de población desarrollados al amparo de una intensa actividad minera, que supone casi la mitad de los empleos totales. 
El resto de la población se distribuye por pequeñas aldeas con una actividad agroganadera escasamente desarrollada y en la mayor parte de los casos complementaria al trabajo en las minas. 
La extracción de carbón, a pesar del fuerte retroceso, sigue siendo de una gran incidencia en la economía de la Reserva. Es también de gran importancia el sector ganadero, sobre todo como productor de carne de la raza Asturiana de los Valles. 
En los últimos años ha resurgido la producción vitivinícola, obteniendo la Indicación Geográfica Protegida del Vino de la Tierra de Cangas. El cultivo de la vid se realiza en las laderas de fuertes pendientes y bien soleadas, constituyendo en la actualidad una actividad con cierto apogeo, destacando en los concejos de Cangas de Narcea e Ibias.
El sector servicios tiene una extraordinaria pujanza, comenzando a constituirse en esta Reserva como destino turístico para muchos visitantes que ven en la naturaleza un atractivo para su ocio. Uso público y turismo El turismo rural tiene una amplia representación en la Reserva, con multitud de excelentes casas, distribuidas en toda la Reserva en lugares donde la imaginación nos transporta a otras épocas. 
La cocina de la Reserva destaca por los embutidos, el queso, la carne “roxa” y el vino, junto con alguna variedad de caza. Como plato fuerte es típico, sea cual sea la época del año, el pote, preparado con berzas y patatas, acompañado del indispensable compango, a base de chorizo, morcilla, lacón y tocino. 
El ritual de la matanza del cerdo aún pervive en los pueblos, siendo sus productos parte importante de la alimentación. 

Los pequeños recorridos ponen a disposición del visitante los recursos etnográficos, ambientales y culturales de la Reserva, así como los gastronómicos. 
El Gran Recorrido GR 203, “Por donde camina el oso”, proporciona un conocimiento de toda la Reserva.
Las Reservas de la Biosfera son áreas designadas por la UNESCO en el marco del Programa El Hombre y la Biosfera (MaB) y que se recogen en la Ley 33/2015, de 21 de septiembre, por la que se modifica la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.

La citada Ley regula el modo de gestión de estos espacios naturales protegidos, estableciendo en su artículo 70 que para su integración y mantenimiento, deberán respetar las directrices y normas aplicables de la UNESCO y contar, como mínimo, con:

a) Una ordenación espacial integrada por:

  • 1º Una o varias zonas núcleo de la Reserva que sean espacios naturales protegidos, o LIC, o ZEC, o ZEPA, de la Red Natura 2000, con los objetivos básicos de preservar la diversidad biológica y los ecosistemas, que cuenten con el adecuado planeamiento de ordenación, uso y gestión que potencie básicamente dichos objetivos.
  • 2º Una o varias zonas de protección de las zonas núcleo, que permitan la integración de la conservación básica de la zona núcleo con el desarrollo ambientalmente sostenible en la zona de protección a través del correspondiente planeamiento de ordenación, uso y gestión, específico o integrado en el planeamiento de las respectivas zonas núcleo.
  • 3º Una o varias zonas de transición entre la Reserva y el resto del espacio, que permitan incentivar el desarrollo socioeconómico para la mejora del bienestar de la población, aprovechando los potenciales recursos específicos de la Reserva de forma sostenible, respetando los objetivos de la misma y del Programa Hombre y Biosfera.

b) Unas estrategias específicas de evolución hacia los objetivos señalados, con su correspondiente programa de actuación y un sistema de indicadores adaptado al establecido por el Comité MaB Español, que permita valorar el grado de cumplimiento de los objetivos del Programa MaB.

c) Un órgano de gestión responsable del desarrollo de las estrategias, líneas de acción y programas y otro de participación pública, en el que estén representados todos los actores sociales de la Reserva.

La Reserva de la Biosfera de Muniellos coincide territorialmente con el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias y con los objetivos y las actuaciones a desarrollar en él. Por un principio de economía y eficacia se ha considerado conveniente que la constitución de los órganos de gestión de ambas figuras de protección sean coincidentes, habiéndose aprobado Decreto 67/2013, de 28 de agosto:

  • La Dirección de la Reserva, cuyas funciones serán ejercidas por el director del Parque Natural. 
  • El Foro de Participación Social, con los mismos componentes que la Comisión Rectora del Parque Natural.
Las funciones de los citados órganos se detallan en el señalado Decreto 67/2013.

En lo referente a su Plan de Acción o Gestión, éste se encuentra en tramite de redacción y aprobación y se habrá de integrar en un único instrumento que recopile la normativa de gestión de las diferentes figuras de protección que recaen en el mismo ámbito geográfico.
Subir

Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia web. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. Más información Cerrar