Parque Natural Somiedo
- Lago de Somiedo
- Teitos
- Parque Natural de Somiedo
- Año de declaración
- 1988
- Normativa de declaración
- Ley 2/1988, de 10 de junio, por la que se declara el Parque Natural de Somiedo. BOE núm 183, de 1 de agosto de 1988.
- Instrumento de gestión
- Decreto 169/2014, de 29 de diciembre, por el que se declara la Zona Especial de Conservación Somiedo (ES0000054) y se aprueba el I Instrumento de Gestión Integrado de diversos espacios protegidos en el concejo de Somiedo. Boletín Nº 3 del lunes 5 de enero de 2015.
- Municipios
- Somiedo
- Superficie
- 29.164 ha
Somiedo es el primero de los Parques Naturales declarados en el Principado de Asturias y su delimitación comprende los límites administrativos del concejo homónimo.
Este territorio posee un variado sustrato rocoso, Io que, unido a su acusado relieve y a las condiciones climáticas reinantes configura un conjunto de ecosistemas y paisajes de extraordinario valor. Por ello su declaración por Ley 2/1988 tiene como finalidad garantizar la conservación de los valores naturales del área, haciéndolos compatibles con el mantenimiento y mejora de las actividades tradicionales, con el desarrollo social de la zona y con el fomento y disfrute de dichos valores, tanto por la población local como la foránea.
El Parque Natural de Somiedo, coincidente en su totalidad con el concejo del mismo nombre, se localiza en la zona centro-occidental de la montaña asturiana.
El territorio de Somiedo se organiza en cuatro valles principales. El área más occidental es surcada por el río Pigüeña, que corre de sur a norte para confluir con el río Somiedo casi en el límite septentrional del Parque. El valle es recorrido por la carretera que desde Aguasmestas, puerta del Parque, se dirige a la localidad de Villar de Vildas. Seccionando en dos mitades el ámbito del Parque, el río Somiedo corre también en dirección sur a norte, buscando la confluencia con el Pigüeña en Aguasmestas. Por la derecha, a las aguas del río Somiedo se unen las del valle de Saliencia y las del Río del Valle, ambos en dirección sudeste a noroeste.
El ámbito del Parque incluye treinta y nueve entidades de población. La población sufrió una marcada regresión desde inicios de siglo que parece haber sido contrarrestada por la declaración del Parque en 1988 y las nuevas oportunidades de empleo que ello supuso.
El territorio descrito es, desde el punto de vista ambiental, uno de los más valiosos de la Cordillera Cantábrica, pues a su alto grado de conservación se une una originalidad y una diversidad ambiental y paisajística únicas, que hacen que en este espacio aparezcan la mayor parte de los ecosistemas y especies que caracterizan al área central de la Cordillera Cantábrica.
Dicha singularidad se debe a la gran variedad de sustratos litológicos, al fuerte relieve, a las peculiares condiciones climáticas de un área en la que el carácter oceánico general de la cornisa cantábrica se ve matizado por una cierta continentalidad de origen orográfico, y a su situación biogeográfica.
Geología
Desde el punto de vista de la litología, en Asturias pueden diferenciarse dos grandes ámbitos: el área oriental, de litologías predominantemente calcáreas, y el área occidental, de litologías predominantemente silíceas. Somiedo se sitúa a caballo de ambas zonas, reuniendo un abigarrado mosaico de sustratos rocosos de diferente naturaleza: pizarras, areniscas, cuarcitas, calizas y dolomías.
El área de Somiedo se sitúa en la parte cóncava de lo que se ha dado en denominar la rodilla astúrica y se vio sometida durante la Orogenia Hercínica a fuerzas de compresión que dieron lugar a abundantes mantos de corrimiento y pliegues. El primitivo relieve hercínico sería posteriormente levantado durante la Orogenia Alpina, originando el encajamiento de la red fluvial preexistente en angostos y profundos valles.
Sin embargo, durante el Cuaternario, la zona más alta de Somiedo sufrió un modelado glaciar que daría lugar al ensanchamiento de los valles y a la aparición de numerosas formas y depósitos glaciares, provocando una marcada diferenciación entre los paisajes de la zona baja y más alta del territorio que se evidencia especialmente en los numerosos lagos de origen glaciar presentes.
A los anteriores factores se añaden el modelado kárstico, que afectó a las áreas de litología calcárea, y los numerosos movimientos en masa, favorecidos por la alta pendiente de las laderas.
En definitiva, el relieve y paisaje de Somiedo presenta una extraordinaria variedad producto de la existencia de litologías de diferente respuesta a la erosión, lo escarpado del relieve y la coexistencia de diferentes formas de modelado: fluvial, glaciar y kárstico. Dicha riqueza en formas geomorfológicas no puede sino traducirse en una riqueza equivalente en suelos y, por tanto, hábitats, ecosistemas y especies.
La vida vegetal
Los bosquesEl Parque Natural de Somiedo se sitúa a caballo de lo que se ha denominado la Asturias caliza y la Asturias silícea. Ello, unido al elevado rango de altitudes que puede reconocerse, hace que en éste espacio aparezcan la mayor parte de los tipos de bosque descritos en Asturias.
Los bosques cubren casi la cuarta parte del territorio de Somiedo. Los más abundantes son sin duda los hayedos, caracterizados por una neta dominancia del haya (Fagus sylvatica) que genera unas condiciones que apenas permiten el desarrollo de otras especies arbóreas o arbustivas. Tienden a ocupar laderas de montaña orientadas a la umbría, tanto sobre sustratos calcáreos como silíceos, dando lugar entonces a bosques de diferente composición florística. En ellos es frecuente la presencia de especies legalmente protegidas como el acebo (Ilex aquifolium) o el tejo (Taxus baccata). Las laderas húmedas que ocupa son poco apropiadas para la instalación de praderas o pastos, razón que probablemente haya sido la causa de la conservación hasta la actualidad de amplias superficies.
Tras los hayedos, los bosques mejor representados son sin duda los robledales que cubren algo más de un cuatro por ciento de la superficie del Parque. Cuando los sustratos son pobres en bases, silíceos, el roble albar (Quercus petraea) se acompaña principalmente de abedul (Betula pubescens subsp. celtiberica). En cambio, cuando se trata de sustratos ricos en bases, calcáreos, además del roble albar aparecen fresnos (Fraxinus excelsior), arces (Acer pseudoplatanus) y tilos (Tilia platyphyllos y T. cordata), entre otras especies. Los robledales debieron ocupar en el pasado amplias áreas en la parte más baja del Parque. Sin embargo, la productividad de los suelos que ocupan y el aprovechamiento maderero han supuesto la frecuente sustitución por prados y pastizales de uso ganadero o formaciones arbustivas y de matorral de diferente tipo.
Los abedulares y carrascales suponen cada uno de ellos un dos por ciento de la superficie del Parque. Los primeros se instalan en las laderas umbrías y silíceas de la alta montaña, en el límite superior del bosque y aparecen dominados por el abedul. Los segundos son bosques perennifolios de encina carrasca (Quercus rotundifolia) que ocupan solanas calcáreas y bien drenadas, constituyendo relictos de la vegetación de corte mediterráneo que debió ser común en Asturias en los periodos interglaciares más cálidos. En ocasiones es frecuente la presencia de quejigo (Quercus faginea), especie de ámbito mediterráneo cuya distribución en Asturias se limita a Somiedo y algunas localidades de la cuenca del Cares. Ambas, quejigo y carrasca, disfrutan de la protección legal que les otorga su inclusión en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
El resto de la superficie forestal del concejo se reparte entre rebollares en las solanas silíceas menos lluviosas, alisedas en los suelos de aluviales de vega, bosques de fresno y arce en las riberas de montaña y plantaciones de castaño.
Prados y PastizalesA pesar de la riqueza de sus bosques, la intensa actividad ganadera desarrollada secularmente en el Parque ha dado lugar a amplias superficies de prados y pastizales, que cubren casi la quinta parte del territorio.
La explotación ganadera en Somiedo aparece condicionada por el duro relieve y climatología de la zona. La mayor parte de los terrenos de pastizal ocupan zonas de montaña de difíciles accesos e inutilizables durante la mayor parte del invierno. Por ello, es general, un sistema de aprovechamiento estacional. El ganado se mantiene estabulado en la cercanía de la aldea durante el invierno, aprovechándose en esta época el heno procedente de los prados de siega más próximos. Al contrario, durante el verano, el ganado se traslada a los pastos altos, donde permanece sin estabular hasta la llegada de los fríos. Este sistema de explotación ha permitido la conservación de praderías con un extraordinario grado de diversidad florística. Así, en los prados manejados a siega es frecuente un predominio de umbelíferas, compuestas y gramíneas de crecimiento rápido, mientras que los pastizales manejados a diente presentan un mayor grado de naturalidad y son frecuentes leguminosas y gramíneas estoloníferas. En algunas zonas del Parque puede hablarse incluso de un sistema de rotación en tres estadíos, praderías de los pueblos, pastos de media montaña de las brañas y pastos de alta montaña.
Entre la flora de los prados de montaña somedanos deben destacase algunos elementos de ámbito ibérico occidental que se encuentran incluidas en el Catálogo Regional de Flora Amenazada. Así ocurre en el caso de los narcisos de trompeta (Narcissus pseudonarcissus subsp. leonensis) y asturiano (Narcissus asturiensis), amarilidáceas bulbosas de floración amarilla muy evidente en la primavera.
MatorralesTras bosques y praderas, las formaciones vegetales más frecuentes en el Parque son los diversos tipos de matorrales, resultado de la deforestación provocada por el uso humano del territorio o de la presencia de roquedos de fuerte pendiente, en los que no llegan a desarrollarse suelos suficientemente potentes.
En las áreas de sustrato calizo son frecuentes matorrales de aulaga (Genista hispanica subsp. occidentalis) y brezales de Erica vagans. En cambio las áreas silíceas suelen poblarse de brezales de brezo rojo (Erica australis subsp. aragonensis) y carquexa (Genistella tridentata) o brecina (Calluna vulgaris), brezo blanco (Erica arborea) y arándano (Vaccinium myrtillus). Cuando se trata de suelos bien desarrollados dominan los piornales de (Genista florida subsp. polygaliphylla), escoba negra (Cytisus scoparius) y en las áreas de mayor altitud el piorno orocantábrico (Genista obtusiramea).
Vegetación subalpinaEl modelado glaciar de las áreas a mayor altitud del Parque ha dado lugar a frecuentes cubetas de excavación que albergan lagos, lagunas o turberas.
Dichos ambientes de alta montaña, raros en la región, sirven de refugio para numerosas especies de flora alpina o boreal, que alcanzaron nuestra región desde latitudes más altas durante las glaciaciones. Así ocurre con gran parte de las especies incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
Entre las especies características de aguas quietas, charcas o remansos de arroyos de montaña debe citarse el apio rastrero (Apium repens), cuya única localidad conocida en Asturias es la de Vega Ventana en Somiedo.
Entre las especies de turbera, destacan el rocío de sol de hoja larga (Drosera anglica) y la lentibularia menor (Utricularia minor), presentes en las turberas de Vega Cimera en el Puerto de Somiedo, o la potentilla arbustiva (Pentaphylloides fruticosa subsp. floribunda), la cinta de agua (Triglochin palustris) y la cola de caballo variegada (Equisetum variegatum), características de los suelos turbosos de Vega Ventana y los lagos Cerveriz y Calabazosa.
En los roquedos calizos rezumantes, aparecen plantas como la coclearia de los Pirineos (Cochlearia pyrenaica), exclusiva de la cuenca alta del Pigüeña, o la centaura de Somiedo (Centaurium somedanum), endemismo orocantábrico citado sólo en algunas localidades de Teverga y Somiedo (el entorno del embalse de La Malva y las zonas bajas del valle de Saliencia).
Por último, debe citarse en los tremedales de cervuno la presencia del junco cantábrico (Juncus cantabricus), especie de ámbito ibérico oriental citada en torno a los Picos Albos y las Lagunas de Promedio.
La vida animal
Somiedo alberga una de las más ricas comunidades de vertebrados de la Cordillera Cantábrica. A ello contribuye sin duda su gran diversidad ambiental y un alto grado de conservación, en gran medida favorecida por la complejidad de su orografía y el escaso poblamiento.
Las especies más emblemáticas y raras en el resto del territorio son sin duda el oso pardo (Ursus arctos) y el urogallo (Tetrao urogallus). Somiedo alberga uno de los principales núcleos oseros de la Cordillera Cantábrica, con una tasa reproductiva comparable sólo a la del área de Hermo en Cangas del Narcea. No en vano, la conservación del oso fue una de las causas principales de la declaración del Parque Natural. El urogallo también tiene una presencia muy importante en esta área.
Ungulados de interés cinegéticoEl ungulado más abundante en el Parque es sin duda el jabalí (Sus scrofa), que como en el resto de Asturias ha sufrido en los últimos años un fuerte incremento poblacional. También son abundantes el venado (Cervus elaphus) y el rebeco (Rupricapra pyrenaica), con poblaciones que superan el millar de ejemplares. Las poblaciones del primero de ellos son producto de las repoblaciones efectuadas en los años setenta tras su extinción decimonónica. El corzo (Capreolus capreolus), como ocurre en otras áreas de montañas es más escaso y su caza está vedada en el ámbito del Parque.
Otros mamíferosEn Somiedo se han catalogado casi media centena de especies de mamíferos. Entre los de mayor interés destaca el lobo (Canis lupus), que parece localizar en el Parque tres grupos reproductores que predan principalmente grandes ungulados silvestres.
Destacan también por su interés en la conservación la liebre de piornal (Lepus castroviejoi), frecuente en las áreas abiertas de montaña, el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), que se encuentra en casi todos los cursos de agua, y la nutria (Lutra lutra), que recientemente ha colonizado los Lagos de Saliencia. La lista de mamíferos incluye además numerosos carnívoros, como el zorro, la marta, la gineta, el gato montés, la garduña y el tejón; micromamíferos como la musaraña de campo, la rata de agua y el ratón espiguero; quirópteros cavernícolas como el murciélago grande de herradura, el pequeño de herradura, el de cueva o el de patagio aserrado; quirópteros forestales, como el murciélago orejudo dorado o el de bosque y otros más ubicuos como el de ribera o el enano.
Otros valores
A su valioso patrimonio natural, Somiedo une un acervo cultural y humano no menos singular.
En este área han convivido a través de los siglos dos grupos humanos social y culturalmente diferentes: vaqueiros de alzada y xaldos. Sobre el origen de los primeros el ideario popular ha desarrollado todo tipo de teorías: descendientes de esclavos romanos, de astures que traicionaron al rey Pelayo, moriscos, esclavos revelados en tiempos del rey Aurelio, normandos vencidos y un largo etcétera de fantasiosas interpretaciones. Lo cierto es que constituyeron un grupo humano diferenciado socialmente, y a menudo perseguido, que practicaba una trashumancia de largo recorrido, desplazándose con familia, rebaños y enseres desde las áreas bajas de la región a los altos pastos somedanos para allí habitar durante el verano. La peculiar idiosincrasia de los vaqueiros de alzada hace que las gentes somedanas atesoren un rico patrimonio de ritos, mitos y folklore popular diferentes de los del resto de la región. A ello se añade una extraordinaria riqueza de elementos materiales y de arquitectura tradicional. Los elementos etnográficos más singulares son las cabanas de teito, construcciones estrechamente emparentadas con las que debieron conformar los primitivos castros prerromanos, compuesta de paramentos verticales de piedra y cubierta vegetal de escoba (Cytisus scoparius) y piorno (Genista florida subsp. polygaliphylla), de evidente paralelismo con las pallozas de cubierta de centeno que pueden observarse más al oeste, en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea y del Ibias. En las brañas situadas a mayor altitud se construían cabañas más primitivas y de reducidísimas dimensiones, los corros y los chozos, construcciones de planta circular rematadas por una falsa cúpula de grandes losas de piedra que se recubrían de tierra y tepes de césped vivo.
El lugar más adecuado para iniciar la visita al Parque Natural de Somiedo es el Centro de Interpretación y Recepción de Visitantes, situado en Pola de Somiedo. Allí existe a disposición del visitante la información que puede servirle de guía en su recorrido por el Parque. Asimismo, dependientes del Ayuntamiento, se cuenta con el Museo Etnográfico de Pola de Somiedo y las Casas-Museo Etnográfico de Veigas.
Objetivos
La declaración del Parque Natural de Somiedo por Ley 2/1988 busca hacer compatible la conservación del medio rural y el adecuado aprovechamiento de los recursos en beneficio de la calidad de vida de sus habitantes, del disfrute general de los atractivos naturales de la zona y de su conocimiento y difusión.
Para la correcta consecución de los citados ojetivos, el espacio natural cuenta con una serie de Órganos de Administración y una serie de herramientas que se concretan en su Instrumento de Gestión Integrado.
Órganos de administración
La gestión de este espacio protegido recae sobre la Junta del Parque, el Consejo Rector y el Conservador.
La Junta del Parque es un órgano eminentemente consultivo, donde estarán representadas la Administración de la Comunidad Autónoma, el Concejo de Somiedo y los propietarios de la zona. Asimismo se contempla la posibilidad de que la Administración Central y la Universidad de Oviedo también estén representados, así como las Entidades, Asociaciones y grupos que realicen actividades relacionadas con los valores que al Parque corresponde proteger.
El Consejo Rector tiene carácter ejecutivo y su composición se conforma con representantes de la Administración del Principado y del Ayuntamiento de Somiedo. Este órgano, además de ser el responsable de la planificación y gestión del Parque, se ha diseñado como el lugar de encuentro entre las administraciones local y autonómica, verdaderas protagonistas del desarrollo de los objetivos del parque.
La primera por ser el marco territorial que recibe tal declaración como espacio natural protegido y la segunda por ser su principal impulsor económico.
Como órgano unipersonal con funciones de coordinación y supervisión de las actuaciones aprobadas por la Administración del Parque, así como las de propuestas de los programas de gestión anuales y las de Secretaría de los órganos colegiados, la Ley regula la existencia de un Director-Conservador.
Instrumentos de gestión
En 2014 se ha aprobado el Decreto 169/2014, de 29 de diciembre por el que se declara la Zona Especial de Conservación de Somiedo (ES0000054) y se aprueba el I Instrumento de Gestión Integrado de diversos espacios protegidos en el concejo de Somiedo, entre ellos este Parque Natural de Somiedo.
Este Instrumento de Gestión ordena las actividades susceptibles de desarrollarse en el Parque y establece la normativa de protección a aplicar en cada una de las cinco áreas en que éste se zonifica. El mismo incluye un Plan de Desarrollo Sostenible (PDS) que tiene por finalidad principal desarrollar actuaciones tendentes a la mejora en la calidad de vida de la población residente en el Parque. Este PDS incluye las previsiones de las actuaciones a desarrollar, tanto en lo relativo a la mejora y conservación de los valores naturales, como en lo relacionado con las mejoras en infraestructuras, programas de ayuda y medidas de desarrollo en todos los órdenes.
Regulación de usos y zonificación
Actualmente, el Parque Natural de Somiedo divide su superficie en 5 categorías, atendiendo a un criterio gradual de protección:
- zona de uso general (delimitada por los núcleos de población e infraestructuras)
- zona de uso agropecuario (15 .149,71 ha).
- zona de alta montaña (4 .082,54 ha).
- zona de uso restringido especial (9.647 ha).
- zona de reserva ecológica (127,39 ha).
Medidas de gestión de hábitats y taxones de interés
El ámbito geográfico del Parque Natural de Somiedo coincide con el ámbito de la Zona de Especial Conservación Somiedo (ES0000054). Este hecho implica la existencia de una serie de hábitats y taxones de interés para los que se ha considerado necesario establecer una serie de medidas de gestión orientadas a minimizar el efecto de las amenazas detectadas sobre ellos.
Otras normativas de gestión
Además de la normativa propia de este espacio natural, en este territorio son de aplicación otras normas relativas a la conservación de aquellas especies protegidas que en el habitan y que cuentan con regulación especifica.
Uso Público
El Parque Natural de Somiedo dispone de una variada oferta de equipamientos educativos museográficos y recreativos, así como una extensa red de rutas senderistas, que permiten guiar al visitante en su recorrido y dar a conocer los valores del espacio protegido.
Memoria Anual
La Memoria anual del parque natural contiene las actuaciones de gestión realizadas por los diferentes órganos de la Administración del Principado de Asturias dentro del Parque Natural de Somiedo, los recursos presupuestarios dedicados, así como un conjunto de indicadores para el seguimiento de algunas magnitudes básicas en la gestión del espacio, un registro de actividades destinadas al cumplimiento de los objetivos del Parque y algunos inventarios de interés.
Indicadores de sostenibilidad
El seguimiento de los Espacios Naturales Protegidos mediante un sistema de indicadores constituye una herramienta imprescindible para poder determinar, por un lado, cuales están siendo los efectos de las actuaciones de gestión llevadas a cabo dentro del espacio, a lo largo de un determinado periodo de tiempo y, por otro, para satisfacer las demandas de información relacionadas con la gestión y la consecución de los objetivos de declaración.