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Reserva de la Biosfera Ponga

La Reserva de la Biosfera de Ponga, localizada en la zona oriental de la Cordillera Cantábrica, es coincidente con el Parque Natural homónimo y comprende la totalidad del municipio asturiano que le da nombre, conservando un medio natural caracterizado por su gran diversidad y buen estado de conservación. Su declaración se hizo efectiva en el año 2018. 

Esta área de la Cordillera Cantábrica alberga un bello paisaje, determinado por un relieve de fuertes contrastes y manchas boscosas maduras, que sus comunidades locales han mantenido hasta nuestros días mediante un manejo tradicional del territorio, constituyendo un claro ejemplo de desarrollo sostenible.

Patrimonio natural

La Reserva de la Biosfera de Ponga pertenece a la cuenca alta del río Sella y su tributario, el río Ponga. Es una zona con un relieve complejo que combina la media y la alta montaña, donde existen fuertes pendientes, con encajonados valles fluviales y desfiladeros, como el de Los Beyos, con paredes verticales que rondan los 1.000 m de altitud en algunos puntos. Sus altitudes oscilan entre los 213 m del río Ponga, en Sellaño, y los 2.142 m de Peña Ten, en plena Cordillera Cantábrica. 

El sustrato geológico de la zona tiene una gran variedad litológica, alternando con frecuencia las formaciones silíceas y carbonatadas. La estructura de sus materiales litológicos responde la acción sucesiva de las orogenias  Hercínica y Alpinas, retocadas posteriormente por los agentes erosivos fluvial, glaciar y kárstico.

A grandes rasgos, el clima del área geográfica donde se encuentra ubicado el concejo se caracteriza por un clima templado oceánico, con elevada humedad relativa, abundantes precipitaciones a lo largo de todo el año y escasa insolación.

La complicada orografía de este territorio unida a la gran variedad de sustratos litológicos y los diversos usos por parte del hombre, condicionan la existencia de una elevada variedad de formaciones vegetales y hábitats idóneos que dan cobijo, a su vez, a una gran riqueza de especies tanto de la flora como de la fauna.

En Ponga los bosques ocupan 8.295 ha, aproximadamente el 40% del total de la superficie. En su mayoría se corresponden con hayedos y en menor medida con robledales albares, rebollares, bosques mixtos y castañedos. Se hallan además bien representados otros tipos de formaciones vegetales, como distintos tipos de matorrales o las formaciones ligadas a ambientes de alta montaña.

Cabe mencionar que en el ámbito geográfico propuesto se encuentra un enclave de gran interés botánico y faunístico, el Bosque de Peloño, que está contemplado en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Asturias, PORNA, dentro de la categoría de Reserva Natural Parcial, aunque su declaración aún no se ha llevado a cabo. Este bosque es uno de los espacios forestales más emblemáticos de Asturias y está compuesto fundamentalmente por un gran hayedo entre el que se intercala algún pequeño robledal. Su extraordinario estado de conservación hace que este espacio albergue una gran riqueza faunística. 

La riqueza de la vegetación no tiene su reflejo únicamente en el número de especies diferentes que en este territorio se pueden observar sino también en el grado de rareza o amenaza de las mismas. Como muestra de ello, se ha de destacar la existencia de un total de 8 de las 63 especies de la flora incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Flora del Principado de Asturias (CREA), algunas de ellas también incluidas en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial y en la Directiva Hábitats. En cuanto a las especies arbóreas destacan el tejo (Taxus baccata) y el acebo (Ilex aquifolium), que cuentan con planes de manejo específicos para su conservación. Completan la lista de especies incluidas en dicho catálogo el terebinto (Pistacia terebinthus), el narciso de Asturias (Narcissus asturiensis), el narciso trompeta (Narcissus pseudonarcisus L. subsp leonensis), la genciana (Gentiana lutea subsp. lutea), el helecho de los colchoneros (Culcita macrocarpa) y la píjara (Woodwardia radicans).

En lo referente a la fauna, se encuentran en Ponga 12 especies protegidas a nivel regional, que suponen más de la mitad de las catalogadas para todo el territorio asturiano. Además se localizan 9 de las 12 especies incluidas en el PORNA como especies singulares porque existen indicios razonables de una situación precaria. No se puede dejar de destacar al oso pardo (Ursus arctos) y al urogallo (Tetrao urogallus), especies emblemáticas de la Cordillera Cantábrica y catalogadas como “especies en peligro de extinción”, tanto a nivel regional como nacional, y que encuentran en esta zona uno de sus últimos refugios. La Reserva de la Biosfera de Ponga está incluida íntegramente en el área de distribución actual del oso pardo, constituyendo el límite occidental de la población oriental. Asimismo el área es de gran interés para el urogallo, que mantiene en la reserva varios cantaderos ocupados. En cuanto a los mamíferos destaca el lobo, que mantiene varios grupos familiares en los cordales montañosos, y los ungulados por su abundancia y aprovechamiento cinegético. Asimismo se ha constatado la presencia de 7 especies de quirópteros. Además del urogallo la elevada superficie de manchas boscosas hacen de este lugar un entorno privilegiado para otras aves forestales como los pícidos, destacando por su grado de amenaza el pico mediano (Dendrocopos medius). En lo referente a otras especies señalar el gorrión alpino (Montifringilla nivalis) vinculado a medios montañosos y aves rapaces como el águila real (Aquila chrysaetos), el halcón peregrino (Falco peregrinus) o el alimoche (Neophron percnopterus). Entre los anfibios destaca la presencia de la Rana de San Antón (Hyla arborea), también protegida a nivel regional.

Patrimonio cultural y paisaje 

La Reserva de la Biosfera de Ponga cuenta con un valioso patrimonio histórico artístico con un marcado rasgo popular, de modo análogo a otros concejos de la montaña asturiana. Así, el territorio alberga un rico patrimonio arquitectónico, especialmente en lo relativo a las construcciones tradicionales, que mantienen en gran medida su configuración, con materiales autóctonos como piedra, madera y teja y que aún conservan sus usos originales. Además cuenta con un interesante patrimonio inmaterial como su tradicional folclore, lengua y gastronomía, que han sido transmitidos de generación en generación, permitiendo que aún se mantengan vivas hoy en día.

Los restos arqueológicos en Ponga son escasos y de la época castreña únicamente se han descrito restos de un castro llamado El Castiello, entre Taranes y Abiegos. 

Entre la arquitectura medieval destaca la torre de Cazo, que está considerado además uno de los edificios medievales más antiguos de Asturias. 

De la arquitectura religiosa tienen interés las iglesias parroquiales de marcado carácter rural. Están construidas con estilos comunes, en general de planta rectangular de una sola nave, de mampostería con buenos sillares en vanos y esquinas, que cuentan con pórticos de madera y rematadas con espadaña de doble ojo. Además hay dos capillas de montaña, Ventaniella y Arcenorio, a las que se les asigna un origen medieval vinculado a sendos ancestrales pasos de montaña. 

De la arquitectura civil se conservan buenos ejemplos de casas, casonas y palacios de diferentes épocas.

De la época contemporánea se conservan interesantes ejemplos de arquitectura indiana, que fue un fenómeno de importancia en el concejo. 

En otro tipo de recursos podemos citar los restos de construcciones militares del periodo de la guerra civil en enclaves estratégicos como los nidos de ametralladoras de la carretera del Pontón (sobre el túnel de Regaldín) o en Guaranga en el camino que lleva del Bosque de Peloño al puerto de Arcenorio. 

En los pueblos y aldeas ponguetas se conservan buenos ejemplos de la arquitectura popular, constituyendo sus caserías y construcciones anexas un valioso elemento de su patrimonio cultural.  Uno de los elementos culturales más singulares de Ponga son los hórreos de Los Beyos, o beyuscos, de los que en Asturias únicamente se mantienen unos pocos ejemplos en las parroquias de esta zona: San Ignacio, Viego y Casielles. Al parecer pudieran ser el antecedente del hórreo patrón asturiano, vestigios de un modelo arcaico que se extendió por Centroeuropa y análogo al hórreo Leones, de la zona de Sajambre, Burón o Valdeón. Son de menor tamaño, todos ellos con tejado a dos aguas a excepción de uno en San Ignacio que lo tiene a tres y con los tablones de la sus paredes, llamados colondras, dispuestos en horizontal. 

A todo lo anterior hay que añadir un vasto patrimonio cultural oral, folklore y actividades tradicionales.
Son muy destacables algunos festejos singulares como los aguinalderos, declarada como Fiesta de Interés Turístico Regional. Se celebra en San Juan de Beleño entre Nochevieja y Reyes. El alma de la fiesta es un personaje llamado Guirria, se mueve entre los aguinalderos, persiguiendo y abrazando a todas las mujeres, entrando y saliendo de las casas y echando ceniza a aquellos que intentan detenerle. Va disfrazado con careta, capirote con cintas, camisola y calzones de rayas, animando la fiesta.

La gastronomía tradicional es la típica de territorios de montaña, que tiene como base la materia prima obtenida del entorno: la huerta, la caza del rebeco, corzo, venado y jabalí, y la cría tanto de vacas como cabras y ovejas.

En cuanto a los productos locales, destaca sin duda la producción de un queso con personalidad propia, el queso de los Beyos, elaborado por los pastores del entorno del desfiladero del mismo nombre de los concejos de Ponga y Amieva, en Asturias, y Oseja de Sajambre, en León. Esta variedad de quesos cuenta desde el 2013 con Indicación Geográfica Protegida.

Socioeconomía

Las condiciones naturales de este territorio, han condicionado las características socioeconómicas de las comunidades locales que en él se asientan. Históricamente la población pongueta ha basado su modo de vida en el aprovechamiento de los recursos naturales para el mantenimiento de una economía familiar de subsistencia.

Hoy en día la ganadería es la principal actividad económica, ocupando, en 2018, un 50% de la población activa, especializada en la explotación de ganado vacuno para producción de carne en régimen extensivo. Tradicionalmente el aprovechamiento del pasto a lo largo del año, se ha venido realizando mediante un sistema de trashumancia estacional.

El sector servicios ha tenido una marcada tendencia positiva en los últimos años, ocupando en el año 2018 a un 48% de la población activa. En la actualidad el sector servicios está compuesto por un elevado número de empleados públicos de sanidad, educación y administración pública que alcanza el 25% de la población. El turismo es un sector en auge, con un importante número de establecimientos de alojamiento, con una oferta de 34 establecimientos en el año 2017. El sector de la restauración también arroja cifras llamativas en proporción al bajo número de habitantes el concejo, contando con 13 establecimientos de esta tipología, ene ese mismo año.

Desarrollo sostenible

La mejora de la calidad de vida de los habitantes de Ponga mediante la adopción de medidas de dinamización y desarrollo económico, dirigidas especialmente a las actividades relacionadas con el uso público, el turismo, silvicultura, ganadería y agricultura, constituye una de las finalidades que motivaron la declaración del municipio como Parque Natural. 

La gestión del Parque se encuentra regulada en el Instrumento de Gestión Integrado de diversos espacios protegidos en los concejos de Ponga y Amieva, de vigencia cuatrienal, en el que se establecen todas las directrices dirigidas al uso y ordenación del Parque, a su gestión, zonificación, planificación, las bases de ordenación de las actividades y las actuaciones planificadas. 

Las condiciones  socioeconómicas y naturales de este territorio son propicias para el ensayo y demostración de métodos de desarrollo sostenible a escala regional. La materialización de esta posibilidad se ve enormemente favorecida por el hecho de contar con un Plan de Desarrollo Sostenible que sienta las directrices tanto de gestión como económicas, en lo referente al enfoque del desarrollo de la zona bajo el prisma de la sostenibilidad. Además se encuentra integrado en el marco del Plan Estratégico de Desarrollo Local Participativo Oriente de Asturias (Eje LEADER 2014-2020), que tiene como misión, impulsar el desarrollo rural sostenible en el territorio del Oriente de Asturias, en consonancia con la Estrategia Europa 2020 y como desarrollo de la Medida 19 del Plan de Desarrollo Rural de Asturias.

Uso público y turismo

El turismo es uno de los pilares de desarrollo socioeconómico de Ponga, siendo su promoción y ordenación enfocada hacia su sostenibilidad uno de los objetivos de su declaración como Parque Natural.

Uno de los objetivos prioritarios de la gestión del Parque y la Reserva de la Biosfera es dirigir las actividades de recreo hacia las zonas menos sensibles, ordenando una serie de infraestructuras para el uso público que, además de reunir las calidades que un espacio protegido requiere, permiten reducir los impactos ambientales que la afluencia de visitantes pueda generar. 

Para su disfrute turístico y adecuada ordenación el Parque Natural cuenta con equipamientos tales como un centro de interpretación, un museo de la madera de titularidad privada, miradores, rutas de senderismo y áreas recreativas. 

El centro de interpretación se encuentra abierto durante todo el año y en sus dependencias el visitante puede recabar información y documentación sobre los valores ambientales y culturales del territorio, los equipamientos y servicios de uso público, así como sobre la normativa del Parque. 

El senderismo y montañismo son unas de las principales actividades realizadas por los visitantes del Parque, que cuenta con un total de 65 kilómetros de sendas de montaña, distribuidos en 7 recorridos homologados como de corto recorrido. Además Ponga cuenta con un sendero accesible en el Collado de Les Bedules, a la entrada del monte Peloño con vistas al macizo occidental de los Picos de Europa y al Tiatordos. Se trata de una pasarela de madera balizada y equipado con dos miradores con paneles informativos, textos y dibujos en Braille. 

Como apoyo al disfrute de actividades al aire libre la reserva cuenta con tres áreas recreativas equipadas, una en Sellaño, otra en Las Mestas (al lado del Balneario de Las Mestas) y otra en Viego.

Las Reservas de la Biosfera son áreas designadas por la UNESCO en el marco del Programa El Hombre y la Biosfera (MaB) y que se recogen en la Ley 33/2015, de 21 de septiembre, por la que se modifica la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.

La citada Ley regula el modo de gestión de estos espacios naturales protegidos, estableciendo en su artículo 70 que para su integración y mantenimiento, deberán respetar las directrices y normas aplicables de la UNESCO y contar, como mínimo, con:

a) Una ordenación espacial integrada por:

  • 1º Una o varias zonas núcleo de la Reserva que sean espacios naturales protegidos, o LIC, o ZEC, o ZEPA, de la Red Natura 2000, con los objetivos básicos de preservar la diversidad biológica y los ecosistemas, que cuenten con el adecuado planeamiento de ordenación, uso y gestión que potencie básicamente dichos objetivos.
  • 2º Una o varias zonas de protección de las zonas núcleo, que permitan la integración de la conservación básica de la zona núcleo con el desarrollo ambientalmente sostenible en la zona de protección a través del correspondiente planeamiento de ordenación, uso y gestión, específico o integrado en el planeamiento de las respectivas zonas núcleo.
  • 3º Una o varias zonas de transición entre la Reserva y el resto del espacio, que permitan incentivar el desarrollo socioeconómico para la mejora del bienestar de la población, aprovechando los potenciales recursos específicos de la Reserva de forma sostenible, respetando los objetivos de la misma y del Programa Persona y Biosfera.

b) Unas estrategias específicas de evolución hacia los objetivos señalados, con su correspondiente programa de actuación y un sistema de indicadores adaptado al establecido por el Comité MaB Español, que permita valorar el grado de cumplimiento de los objetivos del Programa MaB.

c) Un órgano de gestión responsable del desarrollo de las estrategias, líneas de acción y programas y otro de participación pública, en el que estén representados todos los actores sociales de la Reserva.

La Reserva de la Biosfera de Ponga coincide territorialmente con el Parque Natural del mismo nombre y con los objetivos y las actuaciones a desarrollar en él. Por un principio de economía y eficacia se considera conveniente que la constitución de los órganos de gestión de ambas figuras de protección sean coincidentes, por lo que está en tramitación su aprobación por Decreto, y se prevé que: 

  • Las funciones de la Dirección de la Reserva serán ejercidas por el director del Parque Natural
  • El Foro de Participación Social contará con los mismos componentes que la Comisión Rectora del Parque Natural.
En lo referente a su Plan de Acción o Gestión, éste se integrará en un único instrumento que recopilará la normativa de gestión de las diferentes figuras de protección que recaen en el mismo ámbito geográfico, y que se está tramitando. De este modo, el Instrumentó recogerá las directrices y líneas de actuación necesarias para dar cumplimiento a los objetivos de declaración de la Reserva de la Biosfera, utilizando para ello una regulación sectorial de las actividades y una zonificación de la Reserva.

La zonificación prevista se corresponde en parte con la del Parque Natural. Concretamente la Zona Núcleo de la Reserva se corresponderá con las Zonas de Uso Restringido Especial y las futuras Zonas de Reserva Ecológica del Parque Natural. El resto  de zonas tienen una delimitación específica, que se representa en los anexos del Instrumento de Gestión Integrado, en los mapas interactivos y que se puede descargar aquí.

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